COMENTARIO
A TIEMPO
LOS
VÍNCULOS DE CUBA Y FAPERMEX
Por
Teodoro Rentería Arróyave
Al amigo-hermano
y reconocido colega, Antonio Moltó Martorrel, presidente de la Unión de
Periodistas de Cuba, UPEC, en el deseo ferviente de su pronta recuperación.
OCTAVA PARTE Y
ÚLTIMA
Hemos
querido cerrar con broche de oro, como dicen los clásicos, sin que por ello las
demás aportaciones pertenezcas al igual al
amarillo áureo metal, el mensaje del excelentísimo Embajador de Cuba en
nuestro país, señor Dagoberto Rodríguez Barrera, que nos obsequiara en su
calidad de invitado especial en la ceremonia de clausura de la convención
conjunta de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, y
el Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE, llevada a cabo con
la anfitrionía de los presidentes muncipales de Puebla, José Antonio Gali Fayad
y de San Andrés Cholula, Leoncio Paisano Árias.
Después
de dejar constancia de su conocimiento sobre las condiciones muy difíciles que en muchas ocasiones rodea la labor
periodística, el embajador Rodríguez Barrera además de trasladar su admiración
y reconocimiento a los informadores, expresó su deseo y disposición para
contribuir a ampliar y fortalecer los vínculos profesionales y amistosos que
existen entre la FAPERMEX y Cuba.
Felicito
a la FAPERMEX y al Consejo Directivo del Colegio Nacional de Licenciados en
Periodismo por haber logrado tras años de denodados esfuerzos la creación del
CONALIPE, organización que como brazo académico de la Federación, aseguró,
trabaja para alcanzar mejor y mayor
preparación entre los profesionales de la comunicación y el reconocimiento que
sobradamente merecen.
A
continuación se refirió al prestigiado, Como se conoce, Instituto Internacional
de Periodismo José Martí, de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), que
también, agregó, tiene la misión de contribuir a la superación profesional de
periodistas y comunicadores cubanos y latinoamericanos para que estén en
mejores condiciones de trabajar por el mejoramiento de nuestras sociedades.
Por
sus aulas, recordó, han transitado miles de periodistas de más de 30 países
durante sus 32 años de existencia, decenas de ellos mexicanos, cifra que
esperamos aumente durante los próximos años El Instituto, en efecto, ha
resultado un proyecto de vanguardia en la formación de las bases científicas, metodológicas y
académicas para fortalecer, con las armas del pensamiento, las batallas contra los
males que afectan nuestras sociedades.
Está guiado, explicó el diplomárico, por el pensamiento del Héroe
Nacional cubano José Martí, quien ejerció de manera intensa el periodismo a lo
largo de su corta pero fecunda vida, particularmente durante su estancia en
México, donde según sus propias palabras, comienza por primera vez a actuar
¨como todo un periodista¨, al escribir sobre los más disimiles temas políticos,
económicos, sociales y de crítica
artística y literaria en publicaciones como Revista Universal, El Federalista,
Boletines, etc.
Y concluyó con el pensamiento “Martiniano”, “fue precisamente el 8 de
julio de 1875, en Revista Universal, donde deja plasmadas sus consideraciones
sobre el papel del periodismo cuando dijo: ¨No es el oficio de la prensa
periódica informar ligera y frívolamente
sobre los hechos que acaecen, o censurarlos con mayor suma de afecto o
de adhesión. Toca a la prensa encaminar, explicar, enseñar, guiar,
dirigir; tócale examinar los conflictos,
no irritarlos con un juicio apasionado; no encarnizarlos con un alarde de
adhesión tal vez extemporánea; tócale proponer soluciones, madurarlas, hacerlas
fáciles, someterlas a consulta y
reformarlas según ella; tócale, en fin,
establecer y fundamentar enseñanzas…¨. Y
continuaba ¨la prensa debe ser examen y la censura, nunca el odio, ni la ira
que no dejan espacio a la libre emisión de las ideas. Nunca se acepta lo que
viene en forma de imposición injuriosa; se acepta lo que viene en forma de
consejo razonado¨.
Para
los cubanos, concluyó y nosotros agregaríamos, también para los mexicanos, el pensamiento de Martí tiene plena vigencia.
Los grandes problemas de las naciones y del mundo no pueden ser solucionados
por el imperio de la fuerza, deben ser solucionados por el imperio de las
ideas. Es precisamente esa gran batalla
entre las ideas del bien y las ideas del mal lo que determinará el futuro de la
Humanidad y en la cual ustedes, como
comunicadores, tienen un papel esencial”.
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