COMENTARIO
A TIEMPO
Por
Teodoro Rentería Arróyave
Para
viernes 17 de mayo de 2013
Dos
países latinoamericanos han dado un ejemplo al mundo en cuanto a hacer justicia
a las víctimas, principalmente mortales, aunque hayan pasado varios quinquenios
de cometidos dichos dramáticos ilícitos. Ello se debe al reclamo permanente de
justicia.
En
días pasados, nos referimos al ex dictador guatemalteco, José Efraín Ríos
Montt, a quien después de 30 años, se le sentenció a 80 años de prisión: 50 por
genocida y 30 por crímenes de lesa humanidad contra de la etnia Ixil.
Por
cierto, es de hacerse notar, que no obstante, que dicha noticia alcanzara
difusión internacional y la aprobación de todos los organismos mundiales de
derechos humanos, sus cínicos abogados, no solo apelaron a la sentencia, sino
que piden la destitución y el enjuiciamiento de los jueces del tribunal que juzgó
y sentenció al dictador y genocida.
Ahora
en Chile, tras 35 años -7 de diciembre de 1977-, de que fuera asesinado el
entonces joven y prestigiado periodista de la televisión, Augusto Carmona, se inició
el proceso contra 8 agentes policiacos o esbirros del dictador Augusto Pinochet,
que masacraron al joven comunicador, el cual contaba con apenas 38 años de edad.
El
juez Leopoldo Llanos, ordenó allá en la ciudad capital Santiago, someter a
juicio al anteriormente poderoso, Odlanier Mena, quien fuera el primer director
de la Central Nacional de Información, CNI, famoso aparato represor del
pinochetismo y que sustituyó a la otra brutal organización llamada, Dirección
Nacional de Inteligencia, DINA.
Además,
también serán sometidos a juicio el brigadier Miguel Krasnoff y los ex
militares Enrique Sandoval, Manuel Provis, José Fuentes, Luis Torres, Basclay
Zapata y la informante Teresa Osorio.
Es
de hacerse notar, que los mencionados Krasnoff y Zapata ya están encarcelados
por otros delitos contra los derechos humanos que cometieron en esa misma época
de la dictadura.
Augusto
Carmona, tras el golpe de estado contra el presidente Salvador Allende del 11
de septiembre de 1973 y tras el cierre del canal 9 de televisión de la
Universidad de Chile, se refugió en su domicilio de la comuna popular de San
Miguel hasta donde llegaron los efectivos de CNI, quienes lo acribillaron a las
puertas mismas de su casa.
El
periodista y conductor de televisión, además era militante del Movimiento de Izquierda
Revolucionaria, MIR, y fue de los primeros en pasarse a las fuerzas de la
resistencia, trabajó para el periódico clandestino “El Rebelde” y en la revista
“Punto Final”.
Después
de 30 años se hizo justicia al pueblo Ixil de Guatemala; 35 años después de que
el colega Augusto Carmona fuera asesinado se ha iniciado el proceso de
justicia.
Procesos
que el gremio organizado de periodistas, tras del primer asesinato de un colega
en 1983, hace 29 años, y que a la fecha suman 164: 142 periodistas; 9
trabajadores de prensa; 9 familiares y 3 amigos de comunicadores y 1 civil,
además de 21 desapariciones forzadas que
continúan pendientes de aclarar, reclama a las autoridades, en el entendido, de
que el único camino para enfrentar a los enemigos de las libertades de prensa y
expresión, es acabar con la vergonzosa
impunidad. Redoblemos el reclamo de justicia.