lunes, 1 de octubre de 2012

COMENTARIO A TIEMPO: Por Teodoro Rentería Arróyave



COMENTARIO A TIEMPO
UN HOMBRE DE IZQUIERDA
Por Teodoro Rentería Arróyave

Como era de esperarse, la toma de posesión de un verdadero militante de la izquierda mexicana, Graco Ramírez Abreu, como Gobernador Constitucional del estado de Morelos, vecino al sur de la capital de la República, resultó un acto de significación popular y a la vez de civilidad republicana.


Es de resaltarse, que es la primera ocasión en que dicha entidad que creara el benemérito de las Américas, presidente Benito Juárez García, será gobernada, repetimos, por un verdadero hombre de izquierda, puesto que Graco Ramírez desde siempre ha sido un verdadero y respetado militante de esa ideología política.

Decimos que fue popular, porque el flamante mandatario no quiso que el acto protocolario se realizara en un recinto cerrado, escogió la Plaza de Armas de la ciudad capital, Cuernavaca, es decir, la plaza pública, para que el pueblo, y no solamente las elites, fueran testigo del acto solemne.

Por esa actitud de congruencia política, a la ceremonia asistieron líderes de todas las corrientes políticas, como debe de ser, en un gobierno que se precie de democrático.

En su mensaje de toma de posesión, Ramírez Abreu destacó, aparte de los señalamientos de la realidad grave que vive el estado, su decisión, porque así lo exigen los tiempos actuales, de “construir acuerdos para alcanzar el bien común de México en coordinación y reciprocidad con el presidente electo de la Republica, el priista Enrique Peña Nieto”.

Declaración, que para bien del país, se aúna a la posición enunciada tanto por el presidente nacional del Partido del Revolución Democrática, Jesús Zambrano Grijalva, como la del jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón, en el sentido de que “es mejor que el PRD se prepare mas para gobernar que para la protesta”.

Ahí, ante el gobernador saliente, militante del Partido Acción Nacional, PAN, Marco Antonio Adame Castillo, el entrante Graco Ramírez se refirió al gravísimo problema de la inseguridad que hereda, al tiempo de hacer compromiso con la siguiente frase: “en este gobierno ni omisión ni complicidad, preferimos a jóvenes becarios y no jóvenes sicarios”, palabras que también fueron escuchadas por le representante del saliente presidente Felipe Calderón Hinojosa, su secretario de Energía, Jordy Hernán Herrera Flores.

En esa dinámica, el flamante gobernador solicitó el rescate de 200 millones de pesos que fueron presupuestados para el gobierno que termina sin haberlos ejercido, porque de ahora en adelante, enfatizo, son necesarios todos los apoyos extraordinarios para combatir con eficacia el rezago social y la crisis de seguridad pública que abaten al estado de Morelos.

Para dar idea de la pluralidad asistente al acto, ahí estuvieron el líder senatorial del Partido Revolucionario Institucional, PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera, el representante del presidente electo, por cierto su principal operador político, Luis Miranda Nava, por el PAN acudió el diputado José González Morfín.

Asistieron, además los gobernadores, del Estado de México, el priista Eruviel Ávila Villegas, por la izquierdas, los jefes de gobierno del Distrito federal saliente y entrante, Marcelo Ebrard Casaubón y Miguel Ángel Mancera Espinosa, así como el gobernador electo de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez y los aliancistas, Gabino Cue de Oaxaca, Mario López Valdez, Malova, de Sinaloa y Rafael Moreno Valle de Puebla, muy importantes las presencias del rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, doctor José Narro Robles y el líder moral del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

Toma de posesión de un hombre de izquierda, Graco Ramírez Abreu como gobernador del estado de Morelos, popular, civilizada y de compromisos.

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